Odiaba el olor a repollo cocido. Estaba pensando en eso cuando sonó el timbre de la puerta. Al abrir, lo primero que vio fue un enorme ramo de rosas rojas con patas, las del repartidor de la floristería.
Las flores no llevaban tarjeta y posiblemente se tratase de un error. Sus amigos, los Deep, eran muy originales, pero nada dados a convencionalismos, como mandar rosas sin motivo.
Decididamente hoy les invitaría a merendar un buen cocido de pescado de invierno.
Olió las rosas, aspirando profundamente por ambas fosas nasales al unísono, y concluyó que este aroma era infinitamente mejor que el del repollo. Cuando se dio cuenta, estaba en la fregadera, limpiando amorosamente uno a uno los maravillosos pétalos deshojados. Los dejó en agua un rato y, como acto reflejo, vertió unas gotas de desinfectante para verduras. "Si huelen mejor que el repollo, probablemente también harán un mejor cocido", dijo en voz alta, aunque estaba sóla en casa.
Una hora después el timbre volvió a sonar, pero esta vez no para traer otro posible ingrediente de puchero. Era la sorpresa que esperaba. Los Deep habían llegado.
- ¡Qué bonita esta verdura! ¿Has cambiado el repollo por lombarda?, dijo Deep Heart.
-" Que va, Deep, parece mentira que no conozcas a esta empanada idea-tonta. Pruébalo primero, sé que te gustará", respondió Deep Double Beauty. Ella siempre buscaba lo positivo en los demás y creyó con firmeza que su amiga había hecho un experimento químico-gastronómico digno de la nueva Universidad de Cocina creada por los vascos.
Ahora le tocó el turno de palabra a la tercera comensal y cocinera, para confirmar lo que Beauty había intuido.
- "Son rosas. Es verdad que tienen espinas, ¿pero acaso el pescado tiene pétalos?. La verdad es que me parece que el sabor de las rosas es demasiado.....intenso, quizá le falta comino".
- Pero que lista Dios te dio, ya sabes que todos los cominos llevan a-roma, terció Beauty.
Sobrellevaron la sobremesa a carcajadas. Ninguno de los tres creía en cremas milagro-antiarrugas, porque para ellos la mejor fuente de juventud era el buen humor. Tan jóvenes eran que sólo se les marcaban los pliegues laterales de los ojos cuando empinaban de golpe un reposadito mexicano.
Con estos antecedentes, espíritu erecto y sin dormir la siesta, bajaron hasta Sun Street; los Deep a trabajar y la amiga para aprender a vivir.
Deep Heart no tenía la noche. Sabía escuchar como nadie a los demás, quizá porque se evadía en la percusión sin querer y sin dejar de fijar la mirada en el interlocutor de turno. Pero aquel cliente era demasiado, hasta para sí mismo.
- "Todo el mundo debe creer en algo; yo creo que voy a seguir bebiendo", le soltó a bocajarro Deep y se acercó a otro punto de la barra dónde dos hombres de aire marcial intercambiaban opiniones sobre el pensamiento único:
- "Si quieres que te sigan las mujeres, sólo tienes que ponerte delante, es la única forma", alcanzó a escuchar.
Un retortijón de estómago le hizo subir un amargor gástrico a la boca, con aroma a pétalo de rosa, mientras intentaba recordar si fue Quevedo el autor de una máxima que ahora prentendía ser un sensato comentario de bar. Para sensateces estaba él. Los clientes militares seguían a lo suyo, tras haber sido repuestas sus copas:
- ¿Conoces esa mirada que tienen las mujeres cuando quieren sexo?......Pues yo tampoco.
Lo único que se le ocurría en este conflictivo momento internacional entre España y Marruecos era la recurrente paradoja de que el Estado puede militarizar a los civiles, ¿pero se ha pensado alguna vez en civilizar a los militares?. Desde luego a estos dos les faltaba una cocedura y no precisamente de whisky.
Agnósticos perdidos para cualquier mafia religiosa o política, los Deep y su amiga se creían bienaventurados porque sabían reirse de sí mismos y por eso nunca se les acababa el cachondeo. Una máxima dice que el hombre que se ríe de todo es que todo lo desprecia, mientras que la mujer que hace lo mismo es porque tiene una bonita dentadura. ¡Vaya chorrada!.
Lo que estaba claro para ellos es que, de momento, tenían cada uno una boca llena de dientes y distinguir entre sexos para definir genotipos era, sencillamente, de panolis.
La amiga de los Deep era intransigente con ciertas cosas. Fue lo único que había aprendido de sí misma durante medio año de terapia psicológica. No se consideraba muy inteligente, pero sí tenía claro que -como los Deep- su objetivo vital era ser feliz y para ello sólo había dos posibilidades: "hacerse el idiota o , directamente, serlo". No sabía cuál era su caso. En este momento sólo podía pensar en lo desagradable que es caerle bien a la gente que te cae mal. Lo pensaba ahora, tras cuarenta y cinco minutos de perorata del pavo de al lado y tres tequilazos profundos a la salud de Chavela Vargas.
- "¡Qué memoria más pobre la de este hombre!, sólo recuerda hacia atrás" -pensó en voz alta- y ¡qué cualidades tiene el destilado del ágave azul para generar amistades súbitas entre desconocidos!; si yo a este tipo no le conozco ni de nombre".
- "¿Me amenazas de muerte?. Saca el pincho que quieras chaval, que a mí lo único que me acojona es que me amenacen con la inmortalidad. Te he dicho que esta copa es mía, gorrón. ¡Crisis de los cojones, ya no se respeta ni la posible transmisión de enfermedades boca-vaso!.
No le importaba compartir su copa, pero odiaba que se apropiaran de ella sin permiso previo. Era antigua desde que la parieron en casa, por supuesto, para evitar los cambios de bebés que a veces ocurren en los hospitales. Sólo a una cosa se negaba a renunciar en la vida. Una única cosa de la que no se podía olvidar ni los demás se lo permitían y que llevaba marcada a fuego en su nombre. Por eso le acababa de aflorar la hidra, con sus siete cabezas, ante el semi inocente ser humano de al lado.
Double Beauty, que esa noche llevaba el chaleco de Super Woman, salió al rescate. "Sí, chico, que esa copa es de ella ¿a quién vas a creer, a mí o a tus propios ojos, fijos en mis Montañas Rocosas?.
No hubo más discusión, porque los Deep son, desde siempre, una pareja muy compenetrada y Heart hizo que, en ese mismo momento en que hablaba Beauty, empezase a sonar el Alright de Supergrass ......
http://www.youtube.com/watch?v=h9nY9axjaWo http://www.songstraducidas.com/letratraducida-Alright_5391.htm .
- "Qué fácil es desear y qué complicado querer. Desean los impotentes y aman sólo los fuertes, sin miedo a perder", le intentó dar bola al chaval la amiga de Double Beauty, para hacer también su pequeña aportación a la paz del local, en su peculiar estilo gótico-filosófico.
- ¿?. Fue la respuesta de él.
La amiga de los Deep notó que se tenía que ir a casa. Esa noche a cama tempranito que.....
- "No. Lindo ser entrañable te llamo en un par de horas". Aseveró Double Beauty.
Se despidió de los Deep y puso el GPS mental, batiendo su propio record de longitud con la mirada puesta en los adoquines de la calle. Adoquín roto, tres en buen estado, soca-brón, dos pasos más y llegó al portal.
Adherido a la puerta de casa con un artefacto de los chinos de purpurina morada que no debaja de lanzar destellos y luces de colores, había un papel.
Leyó la elegante letra femenina: ¿Te han dejado, por error, un ramo de rosas rojas?. Firmado: Joselyn (tu vecina de abajo). Muuuuuuuchos besitos corazón".
Fue directa a la cocina y eligió su mejor tupperware. Lo llenó con lo que quedaba de los pétalos cocidos y lo empaquetó en una bolsa de Exception, en un falso alarde de que a ella no le mandaban flores porque tenía dinero para comprarlas.
Sin zapatos y de puntillas, bajó las escaleras y lo dejó sobre el felpudo de Joselyn. Encima colocó una nota con el texto: "Gracias por el pin luminoso. Tu vecina R.R.".
Sonaba el teléfono. "Double Beauty, qué gusto escucharte. ¿A que no sabes qué me ha regalado la vecina de abajo?. No quiero ni pensar para qué se te ocurrirá utilizarlo. Pero ¿porqué me preguntas por su diámetro?.
http://www.youtube.com/watch?v=Vu6gRlZPWhU
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