miércoles, 22 de diciembre de 2010

Deep Deep DE BARRA A BARRA

Capítulo XV






Joselyn estaba tumbada boca abajo en su sofá, manchando de rouge la satinada tela blanca del Roche Bobois. Lo había recustomizado con su desparpajo de rubia-pija y la borrachera del trece que, sin duda, era fruto del destilado del ágave azul y la falta de costumbre en su ingesta.
R.R., alias "la sabueso", se olía algo. Su vecinita no se había equivocado de piso por casualidad. Esto era algo parecido a lo del ramo de rosas, pero aún no sabía en qué sentido.
Babeaba la pija y roncaba. Es humana como el resto, pero R.R. dudaba si a las lindezas oníricas sumaría la de tirarse pedos en público. Para diluir la duda qué mejor que un reposadito con sangrita.
!Vaya con la rubiales¡. Mucha misa de doce en El Carmen para luego preferir las confesiones filosóficas a las de su párroco de confianza. ¿Qué penitencia le puedo imponer yo?. Quizá escuchar de golpe la discografía al completo de Bob Marley y después.... El Bolero de Ravel, para que retome la exótica sugestión y encandile a cualquier otro de-mente.
R.R. siguió elucubrando en voz baja. Quizá el párroco se asustaría de la confesión drogo-sexual de una acólita ejemplar. Estudiante de arte dramático, aspirante a representar cualquier papel en la ciudad -desde la mujer barbuda en un circo a la monologuista que se pasa cinco horas con Mario el muerto- la penitencia iba a ser gorda. "La mía es mucho más suave", creyó la agnóstica R.R..
No sabía si darle esta explicación o mejor simplificar con que una cama sin alguien es muy triste.
Estaba en plena tarea de liquidar de un golpe de codo el reposadito cuando vio que el cuerpo de la inesperada invitada se movía. Rellenó dos vasos cortos de tequila y tras un "Eh!. ¿Hay vida terrestre bajo esa manta?", se dirigió a Joselyn.
-Toma, esto te despejará la cabeza y el cuerpo y espero que sirva para que desembuches de una vez lo que me tienes que decir. Sé que no te has equivocado de piso, como el de las flores. Por cierto, ¿porqué sabías que te iban a llegar, si carecían de tarjeta?, inquirió R.R.
Joselyn se desperezó antes de levantarse de golpe. Habían transcurrido aproximadamente tres horas, las habituales de siesta cuando uno se ha pasado con las copas. "Vayamos por orden ¿qué te interesa más las flores o porqué estoy aquí?. Aunque tengo que reconocer la estrecha relación entre ambas cuestiones".
- Uhmm!. Esto promete.
- He venido para darte envidia porque he llevado a cabo lo que tu llevas tiempo soñando y ni te atreves a confesar, dijo Joselyn.
- Osea, quiero, decir que nada de remordimientos por haberte tirado a Deep, pero sín embargo quieres imponerme a mí una penitencia. ¿Con qué cargos?
- No te hagas la idiota, porque no lo eres. Puede que yo no me salga del guión que otros, incluso tú, escribís para mí. Pero tengo vida privada en la que dirijo, guionizo y hago de protagonista. Esa parte a nadie le incumbe. Digamos que yo me lo tomo como un master en preparación para cualquier papel que me toque en el cine ... o en la vida. Tu cargo es que quieres a Deep. A mí me apetecía agradecerle sus atenciones. Y ahora voy a lo del ramo. El otro día en el ascensor hablamos de capullos y sabía que me iba a enviar rosas. Mi intuición no falla. Hay que saber cómo exprimir a los demás. Bueno, te decía que estaba tan segura de que las rosas iban a llegar que te pregunté a tí. Un error en el piso es, como decirlo, "elemental".
Por eso tenía que agradecérselo, lo del ramo, y, de paso, darme un homenaje; otra muesca en mi culata. Por cierto, tú deberías desempolvar -nunca mejor dicho- la tuya si es que aún la conservas.
- ¿Envidia?. Tú no vienes para darme envidia. El sabio no envidia la sabiduría de otro, decía Erpenio. Más bien creo que el rico -como tú te crees- no gozaría si no generase envidia y ahí has dado en hueso duro de roer.
R.R. continuó diciendo : " Más bien lo tuyo es un golpe bajo. Un golpe mortal, touché, mon ami. Vienes a decirme que a la sabueso le ha fallado el olfato y no ha sido capaz de oler su propia mierda. No, mon cherri, no te falta razón. Adoro a ambos Deep por igual. Quizá haya fantaseado con una noche de pasión desefrenada con Deep Heart pero, tal vez, echaría en falta a Double Beauty. Los amo por igual. No creo que haya que ponerme penitencia alguna, al fin y al cabo, yo no me los he tirado.
-"Todavía, my friend", apuntó Joselyn pasándose al inglés, más común de hablar en el país cuna del tequila y ella ya llevaba un par de chupitazos encima.


- Lo que quieras. La única pescadora -de hombres- eres tú. Yo prefiero ver los toros desde la barrera y, en todo caso, lanzarme como espontáneo, pero nada más. La vida puede ser arriesgada de muchas formas y no todos necesitamos sentirnos adulados, admirados falsamente por unas horas, unos días. La verdad está ahí, tras los churretones de rimmel. La tuya es una victoria sin peligro, por tanto es un triunfo sin gloria. A mí no me importa, aunque quieras ver los contrario. Y a los afectados, a estas horas, tampoco. Estoy segura.
R.R. volvió a llenar los envases etílicos individuales y los alzó para chocarlos entre sí al brindis: "La mejor venganza es el olvido" y no dudes de que el polvo de hace unas horas y otros cuantos que hayan tenido los Deep por separado, ya están en el olvido. Hay algo más fuerte incluso que el amor, el cariño o la costumbre. Ellos han aprendido a comunicarse sin palabras, a comunicar sus cuerpos y no sólo cuando practican sexo; esto último lo puede hacer cualquiera, incluso pagando. Por cierto, ¿qué le has sacado a Deep además de las flores, las copas, las rayas....?, inquirió R.R.
- ¿Te parece poco?. Cuántas mujeres podemos salir sin un duro en el bolso de Prada y disfrutar toda la noche sin tener que empeñarlo para regresar a casa... Además hay recuerdos que perduran, como estrenar una barra y unos taburetes en posturas incómodamente increíbles.

- Y después has pensado en seguir jodiendo. De barra de pub a barra de labios, y has venido aquí. No me has caído bien desde el principio y no sabía por qué. Ahora tengo la certeza: la envidiosa eres tú y que me aspen si sé porqué. Vamos a empezar desde el principio, sí. La pimera cuestión es que tu rouge no pega con la customización que le acabo de hacer a mi carísimo sofá. En segundo lugar, no ejerzo de terapeuta y menos de madrugada y con las vecinas y, por último, te vas a tu piso solita o te ayudo con un puntalazo de mis botas vaqueras, porque ya no queda tequila para las dos al ritmo que bebes, bonita.
- Tampoco es para tanto R.R.. Tú sí me caes bien y no sé a que se debe. Te agradezco que compartas tu ágave de importación y en cuanto al sofá te mandaré a mi tapicero, indicó Joselyn.
- No te molestes, con que me mandes a ese decorador marica amigo tuyo me llega. El peladito, ya sabes. No sé porqué últimamente me dan mucho morbo los rapados de cabeza brillante.
- ¿Con qué rascarás tú esas cabezas?
- Eso mismo me pregunta Beauty cuando hablamos del tema. Ciao bambina. Cierra la puerta al salir.


Joselyn la había dejado en pelotas por dentro y por fuera, y sin tener que quitarse ni el albornoz de calaveras que utilizaba para andar por casa.

http://www.youtube.com/watch?v=wUnu-LqE28Q

No hay comentarios:

Publicar un comentario