Ni todas las personas son monjas ni tampoco todas putas, pero a todas les gusta lucir tacones. Así lo pensaba Beauty después de la confesión de Deep. No había podido pegar ojo desde que él se metió en la cama, pese a que se acopló al cuerpo del hombre de esa forma que solía resultar infalible para dormir. Sin embargo llegó el insomnio, el pensamiento arrebujado de que las personas son como la luna: siempre tienen una cara oscura.
Podía perdonar a Deep porque ella le había pagado con la misma moneda y lo único que se había visto afectado era su amor propio. Había otro aspecto de la apabullante confesión de Deep que la tenía perpleja:
quería que a partir de ahora hiciesen todo juntos. ¿Incluídas las infidelidades? ¿querría referirse a hacer tríos sexuales o el tema iba por otros derroteros, como tocar en el msimo grupo?. No se le ocurrían otras posibilidades. Repasó mentalmente, ya compartían casa y negocio. Sólo les faltaba tener un perro a medias, pero preferían "adoptar" amigos, como había hecho con la incombustible R.R.
- El amor no existe, ¡¡¡¡¡hay que hacerlo!!!!, vamos Deep, despierta. Para hacerme el amor esta mañana me vas a preparar el desayuno, que tomaremos juntos en la cama. Vamos, mi John Lennon, que te espera tu Yoko.
Mortadelita Deep se afanó en preparar dos zumos de naranja que tomaron juntos, mientras se hacían las tostadas y el café.
Cuando apareció con la bandeja de un desayuno completo para dos, Beauty le hizo sitio en la cama y le atusó los cojines a su espalda. Cómodos ambos, ella con la boca llena le escupió: "la respuesta es sí; a las dos cosas. Me caso contigo y te perdono. Además acepto el reto de que hagamos todo juntos. Que miremos los dos al frente, no uno a la cara del otro para ver cómo se nos queda con cada nueva jugarreta".
Deep Heart consideraba que sus aspiraciones eran más que asumibles por Beauty. Partían de la base de estar juntos, pero reservando su parcela de intimidad con los amigos musicales, con el mundo rockero que le envolvía desde que a los tres años empezó a hacer añicos los brazos del sofá de papá golpeándolos con dos palos a modo de baquetas.
Necesita a su compañera, pero también demostrarse a sí mismo que nunca se renuncia a un sueño y el suyo era triunfar haciendo buena música.
Por su parte Deep Beauty trataba de ganar tiempo, de permitir que su compañero pensase en lo que deseaba realmente. Ella iba a arreglarse diariamente el corazón o el cerebro, según; igual que se duchaba al salir de la cama. Su decisión hace años que era firme: quería estar al lado del hombre que amaba porque en el fondo confiaba en que podían ser felices. Lo que sí sabía es que no estar juntos era una disciplina casi letal para ella.
Limpió su corazón de resquemor y enlazó a Deep por su incipiente barriguita. "¿Cuándo le ponemos fecha al casorio?". A él se le atragantó el desayuno. No podía evitar ese tipo de reacciones expontáneas cuando estaba ingiriendo algo, y Beauty se aprovechaba de ello. La joven tenía la partida ganada. No se volvería a hablar del tema.
En cuanto a la indifelidad confesa y a las sospechadas inconfesas, Beauty pretendía no hacer mella en ellas, pero quería estar segura de que no se repitiesen por parte de ambos.
Un largo y fortalecedor abrazo siguió al desayuno. Los Deep no se habían besado, pero sus cuerpos se pertenecían mútuamente, era como verse inmerso en un rito que se iniciaba cada despertar juntos. Él fue el que tomó la inicitiva y cogió en brazos a Beauty para meterla en la ducha y, de paso, que fuese graduando la temperatura y la presión, le pidió mientras iba a por las toallas.
Ella le dió la espalda para mojarse su larga cabellera, que la llegaba a la cintura. Él la agarró por ambas caderas e hizo sentir la presión y el deseo del macho hambriento de su hembra. Tenían los dedos de los pies y de las manos como para tomarse las huellas dactilares cuando salieron de la ducha envuelta amorosamente Beauty en la toalla que él mismo le había colocado. Fue entoncs cuando se besaron en los labios, de tal forma que Beauty notó la turgencia del deseo y se disponía a sentirse halagada y algo más, cuando sonó el teléfono.
Era R.R.. Pidió a Beauty que conectase el altavoz, después de confirmar que Deep estaba a su lado.
- Supongo que a estas horas estarás harta de confesiones e incluso de confusiones. Quiero deciros que yo también. La vecinita tiene amoral y se le manifiesta. La tengo totalmente ebria, recustomizando mi sofá.
-Ahora que sabes que no soy una histérica, sino que es cierto que mi Mortadelita me engaña, quiero explicarte que es porque me salió un poquito retrasado, pero le quiero igual... es que ostia joder, azulado me siento inseguro, azulado no dubo- siguió tarareando ¡dejaime, no me entedés!
- Ah! Ante todo bueeeeenos Deepdíasssss, cacho Beauty. Qué orgasmo matinal hablar contigo. Espera dos pajas más a que acabe de reirme, se carcajeó R.R..
- ¿Pero que tetas pensando?, contestó con ingenio Beauty. Tengo un marido que se cree el encantador de perros. O lo acetas o no lo anfetas. ¿Estamos?.
- ¿Habéis desayunado con tequila?.
- Sabes que en ocasiones bebo mosto y en otras bebo sin beber en mi, do, re, mi, fa, sol, la, si.....Estoy completamennte borracha; esto es, embebida, jarta, y se abstrae, osea, que se las trae. Sólo te digo, entrañable ser, que si aprendes a perdonar y a olvidar, vas a encontrar la felicidad, o algo muy parecido.
-Síííí.... se escuchó a Deep Heart con la boca llena de pasta de dientes.
-Bueno, mejor en otro momento os cuento qué voy a hacer con la Joselyn. Pero si se os ocurre alguna sugerencia, antes de que se despierte y empiece de nuevo a moquear.....me llamáis.
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